Carta de Mbeki, Presidente de Sudáfrica, a Clinton, Blair, Schroeder, Kofi Annan y otros dirigentes.

Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica.Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica.

3 de abril del 2000.

Es para mi un honor expresarle los saludos de nuestro gobierno así como los míos propios e informarle acerca de algunas gestiones que estamos haciendo para responder a la epidemia de VIH/SIDA.

UNAIDS.Como sabe, algunas organizaciones internacionales, como ONUSIDA, están informando de que el África sub-Sahariana padece las dos terceras partes de la incidencia del VIH/SIDA. Estos informes indican que nuestro propio país se encuentra entre los más afectados.

Respondiendo a estos informes, en 1988 nuestro gobierno decidió incrementar radicalmente nuestros esfuerzos para combatir el SIDA. (Sigue una serie de detalles sobre estos esfuerzos).

Al fines del año pasado, interviniendo en nuestro Parlamento Nacional, informé de que había pedido a nuestra Ministra de Salud interesarse en distintas controversias que tienen lugar entre los científicos sobre el VIH/SIDA y sobre un determinado medicamento.

En respuesta a ello, entre otras cosas el Ministerio está organizando un panel internacional de científicos que discuta estas cuestiones de la manera más transparente posible.

(Sigue una serie de datos de los organismos internacionales oficiales que le llevan a formular).
Entre ellos observa que en uno de ellos, Sapa AFP, del 13 de mayo de 1999, el Dr. Coll Seck afirma que «en Sudáfrica, la infección por VIH ha aumentado mucho en los últimos 5 años y si la epidemia continúa expandiéndose a ese ritmo, la esperanza de vida descenderá a 47 años en el año 2005». «Interesante», comenta el presidente en un paréntesis, «estos cinco años a los que se refiere Coll Seck coinciden estrechamente con el período de nuestra liberación del Apartheid y la minoría blanca en 1994»).

Tras la exposición de los datos oficiales, el presidente prosigue:

En consecuencia, en tanto que africanos, tenemos que enfrentarnos a una catástrofe que es especificamente africana porque:

Es obvio que, aunque podemos y debemos sacar lecciones de Occidente acerca del grave problema VIH/SIDA, sería absurdo e ilógico hacer una simple superposición a África de la experiencia occidental.

Proceder así constituiría una criminal traición a nuestra responsabilidad hacia nuestro propio pueblo. Por esta razón hablé como lo hice en el Parlamento, de la manera que Le he indicado.

Estoy convencido de que nuestra tarea urgente es responder a la amenaza específica a la que nos enfrentamos en tanto que africanos. No esquivaremos esta obligación con la comodidad de recitar un catecismo que muy bien puede ser una respuesta correcta a la manifestación específica del SIDA en Occidente.

No condenaremos a muerte a nuestro pueblo abandonando la búsqueda de respuestas específicas y plenamente orientadas a la incidencia específicamente africana del VIH/SIDA.

Hago estos comentarios porque nuestra búsqueda de estas respuestas específicas y plenamente orientadas está siendo estridentemente condenada por algunos en nuestro país y en el resto del mundo presentándola como un abandono criminal de la lucha contra el VIH/SIDA.

Me preocupan muy profundamente algunos aspectos de esta campaña orquestada.

Se sugiere, por ejemplo, que hay algunos científicos que «son peligrosos y están desacreditados», y con los que nadie, incluido nosotros, debería comunicarse o interactuar.

¡En un periodo anterior de la historia humana, serían herejes a los que habría que quemar en la hoguera!.

No hace mucho, en nuestro propio país las personas eran asesinadas, torturadas y encarceladas, y prohibida su mención tanto en privado como en público, porque la autoridad establecida creía que sus puntos de vista eran peligrosos y estaban desacreditados.

Ahora se nos pide que hagamos precisamente lo mismo que hizo la tiranía racista del apartheid porque, se dice, existe una visión científica que es apoyada por la mayoría, y contra la que está prohibido disentir.

¡Los científicos a los que se supone que hemos de poner en cuarentena científica incluyen Premios Nobel, miembros de Academia de Ciencias, y Profesores Eméritos de varias disciplinas de medicina!.

Científicos, en nombre de la ciencia, solicitan que cooperemos con ellos en congelar el discurso científico sobre el VIH/SIDA en el punto concreto que ese discurso alcanzó en Occidente en 1984.

Personas que en otro tema lucharían decididamente para defender los decisivamente importantes derechos de libertad de pensamiento y libertad de expresión, respecto al tema VIH/SIDA ocupan la primera línea en la campaña de intimidación y terrorismo intelectual, alegando que la única libertad que tenemos es estar de acuerdo con lo que estas mismas personas decretan que son verdades científicas demostradas.

Algunas propugnan estas extraordinarias proposiciones con un fervor religioso cegado por un alto grado de fanatismo, lo cual es verdaderamente preocupante. Puede no estar lejos el día en que de nuevo veamos quemar libros e inmolar en el fuego a sus autores por aquellos que creen que tienen el deber de efectuar una cruzada sagrada contra los infieles.

Lo más extraño de todo esto es que parece que todos Nosotros estemos dispuestos a servir a la causa de estos fanáticos decidiendo estar quietos y esperar.

Puede ser que estos comentarios sean demesurados. Si lo fuesen, sería porque en un pasado muy reciente hemos tenido que tener nuestros ojos fijos en la muy real cara de la tiranía.

Me resulta muy alentador el que todos nosotros, en tanto que africanos, podamos contar con Su decidido apoyo en esta lucha común por salvar a nuestro continente y sus pueblos de la muerte por SIDA.

Por favor, acepte Su Excelencia la seguridad de mi respuesta.
 

Thabo Mbeki.


(Esta carta fue filtrada en los Estados Unidos el día 19 de abril del 2000, el mismo día en que el Washington Post la criticaba en primera página).

¡Firma ahora la petición de apoyo al Presidente Thabo Mbeki!.
Thabo Mbeki.


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