Stefan Lanka, biólogo, virólogo y genetista alemán.
«Las generaciones futuras también tienen
derecho a la vida».
La polémica persigue a Stefan Lanka. Su crítica a la manipulación
genética y su explicación del origen de enfermedades tan
graves como el cáncer o el sida le han costado la animadversión
de la clase científica oficial. Este biólogo, virólogo
y genetista alemán comprometido con problemas referidos a la ciencia,
la medicina y los problemas humanos llega a Euskal Herria de la mano de
Dantzaki, y ofreció ayer una conferencia en la Casa de Cultura del
donostiarra barrio de Gros y el fin de semana un curso en la Fundación
Joxemi Zumalabe para que la población entienda lo que a su juicio
son los principales errores de la ingeniería genética y aprenda
cómo protegerse de ella.
En los últimos años se insiste en la existencia de grandes avances en la investigación en el campo de la ingeniería genética ¿cuál es tu opinión sobre estas afirmaciones?.
Lo que se ha estado investigando en los últimos años es un intento de conocer la flexibilidad de vida en todos los niveles del metabolismo, pero los resultados que nos están ofreciendo los promotores de la ingeniería genética son falsos. No hay un código universal en la lengua genética. No hay reglas, sino excepciones, y eso desacredita los resultados de los últimos quince años.
Según su visión, los experimentos que se están realizando en estos últimos años en materia de manipulación genética ¿hacia donde nos pueden llevar?.
La manipulación genética puede tener resultados más graves que la radiactividad incontrolada, porque está jugando con el principio de la vida. Es una bomba de relojería porque su acción perturba e incluso destruye la información genética.
¿Cuál es el papel que están jugando los científicos en todo esto?.
Los expertos en ingeniería genética conocen los peligros que estamos corriendo, en especial las mujeres y a través de ellas sus descendientes, a consecuencia de los alimentos y medicamentos manipulados genéticamente y los test y operaciones mutantes que acarrean sus investigaciones.
¿Cuáles son las principales mentiras que, a su juicio, se están divulgando?.
Creo que se está mintiendo respecto al origen de enfermedades tan graves como el cáncer o el sida. La explicación médica oficial del cáncer es, a mi juicio, falsa. Yo creo que el origen de esta enfermedad parte de una deficiencia energética. Cuando la célula no puede oxigenarse no produce energía suficiente para sobrevivir y se da una fermentación. El origen de esta deficiencia está en la mala nutrición y en la intoxicación médica a la que se llega a través de los antibióticos y de otros medicamentos muy agresivos. La mayoría de los antibióticos actúan contra las mitocondrias celulares, que son las encargadas de formar energía.
¿Qué podemos hacer para frenar estos efectos?.
Parar el consumo brutal de antibióticos, porque de lo contrario la vida no tiene futuro. Todas las células tienen unas funciones esenciales, y cuando sufren agresiones químicas se ven dañadas en su esencia.
Su versión sobre el sida ha despertado la polémica ¿Crees que la explicación oficial es falsa?.
He comprobado que no hay pruebas de que el virus del sida se haya aislado. Nadie puede decir que existe y menos que sea la causa del sida. Lo que ocurre es un problema de deficiencia de energía que se da en las células.
Entonces, todas las explicaciones oficiales que se han dado sobre su origen, ¿son falsas?.
Estas teorías son falsas. Los científicos quieren realizar experimentos con nuevos productos quimioterapéuticos y nuevos antibióticos y eligen para ello colectivos como los drogodependientes y homosexuales que no tendrán descendencia, porque sus cócteles pueden producir niños-monstruo.
¿Hay alguna manera de protegernos de los efectos de la ingeniería genética?.
Hay que actuar ya. Hay que parar los ataques que está sufriendo
el núcleo de la célula y frenar el uso de productos químicos.
Tenemos que poner toda la energía en esta tarea y asumir cada uno
su responsabilidad. Las generaciones futuras tienen derecho a vivir, y
esta generación no puede privar a las futuras de ese derecho.