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Capítulo VI.

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En la India queman los campos experimentales a Monsanto.

Mientras, en Europa, se hacen públicos documentos internos de la multinacional...

Monsanto.Según unos documentos internos que han sido filtrados, Monsanto, la compañía líder en producción de alimentos transgénicos se enfrenta a un grave desprestigio en Reino Unido y Alemania debido al desplome que ha sufrido el apoyo social a sus tecnologías radicalmente nuevas. En medio de un aumento de problemas con los medios de comunicación y hostilidad por parte de los supermercados, sólo los altos funcionarios del Gobierno y miembros del parlamento, principalmente laboristas, han mostrado un apoyo creciente a las polémicas tecnologías de Monsanto en el pasado año.

Dos documentos internos filtrados a Greenpeace y confirmados como verdaderos por Monsanto ayer (martes 17 de noviembre), afirman que la compañía debe poner en práctica medidas para abordar la crisis. Un portavoz de la empresa dijo que Monsanto no había llegado a plantearse retirarse de ambos países pero si que estaban preocupados por la situación. Aunque sondeos independientes reflejan que el público británico no se fía de la introducción de alimentos modificados genéticamente, este es el primer análisis interno de la compañía que se ha hecho público. Según los documentos, los últimos sondeos de Monsanto y grupos de discusión muestran que a pesar de la campaña de publicidad de un millón de libras esterlinas la oposición pública ha continuado disparándose. «En cada momento seguimos pensando que hemos tocado fondo... pero aparentemente no es así», escribe el autor de los documentos Stan Greenberg, un técnico en encuestas estadounidense que ha trabajado para Clinton, Tony Blair y el canciller alemán Gerhrard Schroeder. La estrategia de Monstanto en Gran Bretaña se ha centrado en convencer a una élite socioeconómica de los beneficios de los alimentos transgénicos, para que estos a su vez pudieran incidir sobre otras personas para que acepten los alimentos con ingredientes modificados genéticamente. Se dice en el documento que el único avance que han conseguido es precisamente con esta élite formada principalmente por altos funcionarios de las escalas superiores y diputados con los que se tiene constancia que se han mantenido reuniones.

Según Greenberg: «El seguimiento en los medios de comunicación de la biotecnología ha sido especialmente difícil en Reino Unido» donde «los principales periódicos y periodistas han llevado una campaña contra los alimentos transgenicos».

Greenberg recomienda a la compañía que sería bueno que estuviera preparada para una crisis en Alemania donde Monsanto afirma tener menor apoyo a nivel europeo hacia los alimentos manipulados genéticamente. Daniel Veraksi de Monsanto dijo en Londres ayer por la noche: «esta información no es nueva ni diferente de lo que ya se ha dicho anteriormente».

El Ministro de Agricultura ha ido más allá y se ha doblegado ante la presión de la industria biotecnológica y ha abandonado los planes para que las pruebas de cosechas modificadas genéticamente se hicieran a gran escala. La nueva legislación que se está aprobando aceleradamente en el Parlamento, reducen el número de pruebas necesarias para evaluar nuevas plantas y variedades de semillas, cortando drásticamente la cantidad de información recopilada por el ministerio antes de que la cosecha pueda llegar al público.

La normativa sigue la amenaza de acción legal de la industria y es contraria a su intención originaria de controlar las nuevas variedades. El Sindicato Estatal de Agricultores (NFU), la Asociación de propietarios agrícolas del país, la Asociación de cultivadores de Semillas de Lincolnshire y Friends of the Earth han presentado objeciones a los planes del Gobierno. Pero Lord Donoughue, subsecretario parlamentario en el MAFF, no ha admitido las quejas posponiendo la regulación.

Los Liberales Demócratas tienen la intención de paralizar los cambios. Las protestas a la nueva regulación del Gobierno van a ser presentadas por Norman Baker diputado del partido Liberal Democrático por Lewes. El Sr. Baker dijo ayer «hay razones para que se realicen más exámenes a las semillas manipuladas genéticamente, no para que se reduzcan». La nueva normativa deroga la necesidad de que dichas pruebas sean duplicadas, causando una gran preocupación en la NFU ya que nuevas variedades pudieran plantarse en Reino Unido basados en pruebas realizadas en el extranjero.

Pete Riley, de la campaña de «Friends of the Earth», dijo que la «ingeniería genética es una tecnología nueva y todavía impredecible, por lo cual reducir a la mitad la cantidad de información necesaria no es solo poco convincente sino que, además, supone un desprecio a la gran preocupación social al respecto».


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