LA VANGUARDIA - 10/07/2002
Jordi Belver

LAUREANO DOMÍNGUEZ, IMPULSOR DE LOS DISPENSARIOS MARINOS
"El agua de mar cura la desnutrición"

Tengo 42 años. Nací en Itangui (Antioquia, Colombia). Llevo toda la vida investigando las virtudes del agua de mar. Estoy casado y tengo dos hijos. No creo en las ideologías. Soy católico. Presido el congreso "El agua de mar como fuente de vida", abierto al público, que se celebra en el colegio Joan Maragall de Badalona hasta el 14 de julio

Me está diciendo que el agua de mar cura la desnutrición?

-Sí. El agua de mar puede ser un paliativo de enfermedades de tipo cerebrocardiovasculares que se originan por una falta de aporte de oligoelementos durante la primera y segunda infancia.

-¿Debo creer que un niño famélico podría recuperarse bebiendo agua de mar?

-Claro, pero esto no es nuevo. René Quinton, un fisiólogo francés de principios del siglo XX, demostró la identidad fisicoquímica entre el plasma de la sangre y el agua de mar, que llegó a utilizar como sustituto del plasma sanguíneo.

-¿Hacía transfusiones de agua de mar?

-Sí. Comenzó haciendo transfusiones de agua de mar en perros -primero de modo parcial y luego total- en el Colegio de Francia entre 1898 y 1905, y publicó un libro con los resultados de sus investigaciones: "El agua de mar, medio orgánico". Sus descubrimientos desembocaron en una terapia que podría salvar infinidad de vidas y Quinton se dedicó a abrir dispensarios marinos.

-¿Dónde?

-El primero en París, en 1907. Luego, en Montpellier, Lyon, Londres y Egipto, así como en hospitales que aplicaron su método.

-¿Existe alguna documentación sobre el funcionamiento de esos dispensarios?

-Hay estudios, historiales de pacientes, gráficas y fotografías de la mayoría de casos que trataron los dispensarios marinos de Quinton. Fíjese en la foto de este niño.

-Está cadavérico.

-Un caso de cólera infantil. Aquí están todos los datos: nueve meses, ojos en blanco, facies abdominal... "Llegado el niño en este estado, no tiene más de 24 horas de vida -escribe Quinton-. Tratamiento: inyecciones de plasma marino de 500 cc al día en dos dosis". Y se recuperó en una semana, vea.

-¿Cuál es la teoría?

-En el agua de mar no hay tan sólo minerales: están todos los elementos básicos para la vida en la proporción correcta y en estado biodisponible. El agua de mar es un excelente nutriente y un revitalizador celular.

-Si así fuera, ¿por qué desaparecieron aquellos dispensarios marinos?

-Por el avance de nuevos fármacos convencionales. De todos modos, mi pretensión es que los científicos investiguen a fondo estos hallazgos, porque pueden ser muy útiles.

-¿Y usted se ha propuesto recuperar los dispensarios marinos?

-Sí. Durante cinco años me he dedicado a buscar aliados científicos y he contactado con los grupos de investigación que han seguido el tema, como la Universidad de La Laguna (Tenerife). Mis años de búsqueda culminaron en un simposio internacional en Medellín el pasado marzo. Sobre la base de sus conclusiones, se nos dio permiso para abrir siete dispensarios marinos en Colombia.

-¿Con qué resultados hasta el momento?

-Estudios de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia coordinados por el doctor Soler demuestran que la falta de aporte de oligoelementos básicos para la vida puede cubrirse con agua marina. Basándonos en esto, presentaremos una propuesta a la FAO que podría detener -gracias al uso de agua de mar- muchas muertes por hambre.

-¡Nunca había oído nada igual!

-Pues es así de sencillo y barato. Pero hay que tomar la precaución de filtrar el agua a través de la arena. Nuestros dispensarios ya están haciendo mucho bien, y gratis.

-Ustedes, como hizo René Quinton, ¿también inyectarán a los niños agua de mar?

-No, nosotros no vamos tan rápidamente. Nosotros estipulamos un mínimo de siete meses dándoles de beber tres vasitos de agua de mar al día (o sea, 500 centímetros cúbicos). Nuestros estudios dicen que estamos obteniendo -por ahora- un cien por cien de curación en casos de desnutrición severa.

-Eso es mucho.

-Estamos siguiendo 13.600 casos de niños colombianos desnutridos, y con ese tratamiento básico de tres vasitos de agua de mar al día restablecemos su equilibrio fisiológico, que habrá que mantener con una dieta adecuada. ¿Sabe lo que significa eso?

-¿La panacea universal?

-Según el último informe de la FAO, cada cuatro segundos muere un ser humano de hambre. Es ahí donde queremos ayudar con este proyecto de dispensario marino. Pero también estamos trabajando los tratamientos de agua de mar en otros campos.

-¿Por ejemplo?

-Con alcohólicos y toxicodependientes, y con muy buenos resultados por el momento.

-Asegúreme que no entraña ningún riesgo.

-El agua de mar fija y evita la proliferación de bacterias. Hemos hecho cultivos en diferentes puntos del planeta: los resultados de las analíticas siempre han sido correctos.

-Aun así, estoy segura de que tiene que haber voces en contra de este sistema.

-En el congreso internacional que está celebrándose ahora en Badalona tenemos a nuestro favor a médicos, bioquímicos, veterinarios, nutricionistas... Y vamos a proponer un proyecto al Ministerio de Sanidad colombiano para que las escuelas suministren a los niños tres vasitos de agua de mar al día.

-Ah, pero ¿también a niños sanos?

-Otro estudio de la facultad de Medicina de Antioquia demuestra que en niños aparentemente bien nutridos hay cierta falta de aporte de oligoelementos básicos, lo que más adelante podría desencadenar -por ejem- plo- accidentes cerebrocardiovasculares entre los 18 y los 30 años. Y ésta, por cierto, es una de la principales causas de muerte que tienen ustedes en Europa.


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