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OTRO MUNDO ES POSIBLE

Dos ejemplos de transición

 

Iniciamos esta sección con una introducción del equipo de free-news.org destinada a clarificar para nuestros lectores la evolución que hemos seguido en el tema de Venezuela.

Creamos free-news.org hace ya quince años con la intención de publicar y dar difusión a temas de interés para la humanidad, que eran silenciados, ocultados o distorsionados por los medios habituales de difusión. Empezamos con el área de la salud, porque era lo que en aquel momento conocíamos.

Sin embargo, cuando empiezas a tirar del hilo que deshace el ovillo vas destapando otras áreas interrelacionadas. Entramos pues de lleno en la globalización hasta llegar al concepto de élite de alcance global. Y pudimos ver cómo esta élite tira de los hilos de casi todos los Estados del planeta, haciéndoles bailar al son de su música.

Lo cierto es que ir destapando todos sus puntos de control, y ver hasta qué punto los seres humanos vivimos según las directrices que esta elite establece, en todas las áreas de nuestra vida (economía, sanidad, información, educación, familia...), ver cómo nos han encaminado a un sistema de consumismo y falso “estado de bienestar” por el que les hemos vendido nuestros más altos valores ancestrales y nuestra espiritualidad innata, desanima.

Internet va lleno de nuevos divulgadores que especifican con pelos y señales cada uno de los puntos en los que la elite ejerce su control. Y cuantos más detalles, mayor desánimo. De tal manera que, al igual que otros divulgadores honestos que conocemos, nos empezamos a cuestionar que no es necesaria más información de lo mismo, ya que, a juzgar por el efecto que el repiqueteo constante que esa información ejerce sobre nosotros, nos deja con un sentimiento de pequeñez y de impotencia ante un gigante que nos desborda.

Señores, eso es lo que tenemos, pero, ¿es lo que queremos tener?

Está bien tener un conocimiento cabal de hasta qué punto nos han esclavizado, y de qué manera nos mantienen sometidos, porque es como reconocer que uno está enfermo, y tener un diagnóstico claro de la enfermedad. Si seguimos haciendo lo mismo que nos ha conducido hasta aquí, el pronóstico es desfavorable a nosotros.

Por tanto, si ya hemos abierto los ojos al tipo de humanidad que la elite quiere obtener con su nuevo orden mundial, y no nos acomoda, empecemos a pensar qué es lo que desearíamos en su lugar.

Esa búsqueda de soluciones es lo que nos mantiene ocupados ahora.

Conocer la exposición que hace Félix Rodrigo Mora, y de la que nos hemos hecho eco en estas páginas, ha sido todo un privilegio para nuestro equipo. Porque nos ha brindado sus más de veinte años de estudio de la verdadera historia de España, y ha rescatado para nosotros la visión de unas comunidades autosuficientes, soberanas, autogobernadas, conviviendo bajo unos valores de comunicación, solidaridad y ayuda mutuas, respetuosas cuidadoras de su medio ambiente, con igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y protectoras del núcleo familiar.

Gracias a Félix nos hemos cuestionado el papel que Monarquía y Estado han jugado -y siguen jugando- en nuestras vidas. Y con él hemos coincidido en el momento actual de pérdida de valores y aborregamiento general que ha perpetrado la acción del Estado y sus instituciones en todos los sectores de nuestra vida (familia, trabajo, educación, salud, deporte, entretenimiento, cultura, relaciones).

Las actuaciones de nuestros gobernantes (tanto de derechas como izquierdas) han seguido pautas dictadas desde la elite, que no tenían en cuenta para nada el bien común, sino su propio bien. Y viendo esas mismas pautas realizadas por los gobernantes de nuestros países vecinos, llegamos a generalizar concluyendo que “el único estado bueno es el que no existe”.

A finales de 2010, principios de 2011 llamó nuestra atención el montaje de la fracción militar de la elite, en su financiación mercenaria y desestabilización criminal de la zona norte africana, disfrazada de “movimientos populares y espontáneos, contrarios a los regímenes autoritarios y antidemocráticos”. Si bien la mayoría de dictadorzuelos de los países implicados (ya fueran monarcas o presidentes) quizá respondieran a la definición, Libia era una excepción. Nuestra investigación nos llevó a conocer su ideario, el Libro Verde de Gaddafi, y las realizaciones prácticas y reales que había conseguido para las gentes que pueblan Libia.

En nuestra andadura hacia la verdad hemos tenido que ir soltando el lastre de algunas creencias de firme enraice, cuando descubrimos que se constituían en perjuicios limitadores. Gaddafi fue el primer caso. Un militar que se hace con el poder, derrocando a la monarquía existente, no parecía el mejor candidato para acciones que tuvieran como principio rector el bien común. Sin embargo, los hechos hablaban alto y fuerte. Por cierto, si no lo han hecho reflexionen en la muerte atroz e inhumana infligida a Gaddafi por los mercenarios pagados por la elite. Cualquier tirano dictador, con crímenes atroces contra la población, ha sido exiliado y asilado en otros países supuestamente “democráticos”. Pero a Gadafi ni siquiera le hicieron una parodia de juicio.

Nuestro segundo caso ha sido Chávez, el presidente de Venezuela. De nuevo con un pasado militar, aunque llegado al poder a través de unas elecciones. En un vídeo circulando en la red, acerca del poder de los medios de comunicación, la mayoría de personas encuestadas -incluso estudiantes de periodismo- mostraban una ignorancia total del nombre de los presidentes por los que se les preguntaba. Pero todos sabían el nombre de Chávez como presidente de Venezuela. Y la opinión general sobre él era que es un dictador y un impresentable.

Así es como nos lo han vendido nuestros telediarios y prensa escrita. Y para refrendar esa imagen ridiculizadora nos han sacado de contexto frases y comentarios que Chávez ha dicho, en su lenguaje llano y dando la cara, pero sin presentar toda la temática que se estaba planteando y a la que sus comentarios iban ligados.

Pues bien, es hora de romper con ese engaño y conocer qué es lo que realmente el presidente Chávez ha impulsado y está logrando (mal que le pese a los opositores secuaces de la elite) por, para y con el pueblo venezolano. Porque Venezuela es un ejemplo de país que, gracias a la honestidad y claridad de ideas de su presidente y equipo de gobierno, y al apoyo que sus realizaciones encuentran en el pueblo venezolano, más cerca está de lo que nos gustaría como sociedad ideal para vivir, no sólo para España sino para el mundo entero.

Equipo de free-news.org

 

 

ALGUNOS LÍDERES SON FACILITADORES DE UNA TRANSICIÓN QUE
EDUCA AL PUEBLO PARA SU PROPIA AUTOGESTIÓN Y SOBERANÍA

 


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