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Basta de mentiras! Sobre los controladores y el Estado de Alarma

¡Basta de mentiras!

Sobre los controladores y el Estado de Alarma

El caos que han vivido los aeropuertos españoles el fin de semana del puente de la Concepción, ha conseguido unificar a la opinión pública española, coincidiendo todos en un mismo sentimiento de irritación.

Donde surgen las discrepancias es en el motivo o la actuación que han irritado a cada cual. Todos podemos comprender la frustración de quienes, billete en mano, tuvieron que aplazar o renunciar al viaje que ya tenían pagado.

Durante los dos días de cierre, los medios de comunicación han mantenido un “pulso constante” a la noticia, con un bombardeo incesante de imágenes de los aeropuertos colapsados, entrevistas con los frustrados viajeros en espera de poder partir, y declaraciones de responsables gubernamentales. Y ese vapuleo machacón ha ido repitiéndose en los días posteriores.[1]

Si filtramos todo el montón de palabrería inútil que ha acompañado a los hechos, y nos quedamos sólo con lo esencial, tenemos que:

Un colectivo profesional está intentando negociar desde diciembre de 2004 su convenio colectivo con la empresa (seis años).
Desde 2006 la empresa no ha incorporado nuevos efectivos en el sector del control aéreo para suplir las bajas lógicas que han ido produciéndose por jubilación, y las nuevas plazas creadas con la puesta en marcha de nuevos aeródromos y la ampliación de los ya inexistentes.
En vez de esa acción, que sería la consecuente, ha preferido negociar con los controladores en activo la realización de horas extraordinarias, pagándolas por encima del coste de hora extra normal, para motivar económicamente a los interesados a su realización.
Los controladores entraron en ese juego, primero porque la golosina ofrecida era sustancial, y segundo porque a buen seguro ninguno de ellos creía que la cosa se iba a prolongar y empeorar con el tiempo, hasta el punto de que el excesivo número de horas trabajado interfiriese con la propia vida privada de cada uno y deteriorase la eficiencia con que realizaban un trabajo harto delicado, del que dependen vidas humanas.
A medida que la situación se les ha ido haciendo insostenible, y que los controladores se han encontrado con la negativa de la empresa de adoptar la única solución realmente práctica (incorporar nuevo personal capacitado), se han encontrado también con que a nivel gubernamental se les ha negado un derecho fundamental, como es el de ir a la huelga.
El gobierno ha orquestado una campaña de desinformación dirigida a todo el resto del pueblo español, para que no seamos plenamente conscientes de la gravedad que suponen los decretos-ley que ha emitido, en plena vulneración de los derechos de los trabajadores que contempla el Estatuto de los Trabajadores, y de los derechos de los españoles que establece nuestra Constitución.
Dentro de esa campaña de desinformación y manipulación de la opinión pública, el gobierno ha dirigido nuestra atención hacia dos puntos fundamentales: los elevados salarios percibidos por los controladores, y el reducido horario laboral pactado en el primer convenio del sector (1.200 horas anuales), que daba pie a la realización de horas extraordinarias pagadas a precio también extraordinario. Por cierto, ¿alguien sabe qué normas regulan el colectivo profesional de jugadores de fútbol? ¿Cuáles son los salarios-ingresos de los jugadores estrella? ¿las horas de dedicación al trabajo de este colectivo? Y lo más importante, ¿alguien sabe por qué los ingresos millonarios de algunas de estas estrellas futboleras no nos causan la misma indignación?

Y nosotros, la “opinión pública”, hemos caído de cuatro patas en el tejemaneje. Nuestros políticos no tienen un pelo de tontos, (para según qué cosas). Saben perfectamente que estamos siendo asfixiados por una crisis económica general, provocada por quienes juegan el juego e imponen las normas del mismo. Al poner ante nuestros ojos unos datos de supuesto privilegio de un colectivo profesional, pulsaban el botón que nos iba a lanzar contra los controladores, como liebres tras el conejo mecánico.

Os suena lo de: “crear el problema, esperar la reacción, ofrecer la solución”. Pues en eso nuestros dirigentes políticos son maestros.

Crear el problema

Para ilustrar lo que queremos decir veamos únicamente el tema de los controladores. Tomas una empresa que hasta el momento funcionaba productivamente, y haces que empiece a gastar en nuevos proyectos.

Ampliación de aeropuertos ya existentes. La falta de honestidad generalizada hace que no busques a los profesionales más competentes y que más saben del tema en este tipo de construcción especializada, sino que das la concesión de obra por “amiguismo” retribuido, o porque es quien te presenta el presupuesto más barato). Resultado: el coste final es muy superior al presupuesto presentado, dado que se han tenido que realizar correcciones en marcha que han incrementado tiempo y obra.
Construcción de nuevos aeropuertos: En lugares donde no se ha creado una demanda preliminar que justifique tal inversión. El resultado final será una instalación económicamente deficitaria.

Dado que los beneficios que generaba la empresa son insuficientes para cubrir la inversión, y que los resultados de la inversión no generan beneficios extra, amplías los préstamos pedidos, y acabas pagando tanto en intereses que no hay manera de que puedas remontar.

La mejora de infraestructuras de transporte a que nuestro gobierno se lanzó alegre e inconscientemente no era únicamente en cuestión de aeropuertos. ¿Te suena haber oído que las obras del AVE, una vez finalizadas, harán que nuestro país sea el mejor comunicado de Europa? Bien, pues sé consciente de que aparte del chorro de dinero de endeudamiento que las obras del AVE implican, entra en competición con el transporte aéreo a una serie de pequeños y no tan pequeños- aeropuertos.

Nuestro gobierno, ese a quien le confiamos el dinero de nuestros impuestos para que lo gestione en un bien común porque “Hacienda somos todos”, nos ha estafado con su pésima gestión, llevando al país a la bancarrota.

Esperar la reacción

Nosotros, la opinión pública, no nos hemos movilizado para pedir explicaciones a nuestro gobierno.

Cuando vivíamos en la “sociedad del bienestar”, pidiendo préstamos para comprarnos un piso, y pillábamos un poco más “para cambiarnos de coche”, estábamos en una situación de comodidad y no hay nadie que se rasque si no le pica. Total, vivimos en un estado democrático, y si el partido en el gobierno no acaba de satisfacernos, en las próximas elecciones votamos a los otros, y en paz.

Votando entregamos la gestión de nuestro país, nuestras empresas, nuestros trabajos, nuestra educación, nuestra justicia, y nuestras vidas, a unos individuos agrupados bajo siglas de supuestas tendencias ideológicas, y nos despreocupamos de todo lo demás. ¡A vivir, que son cuatro días, y la mitad son noches!

Pero cuando vienen las vacas flacas, y nos quedamos en el paro, se nos acaban las subvenciones, no podemos pagar la hipoteca ni revender el superpisazo que habíamos comprado, nos congelan los salarios, nos rebajan las pensiones, y nuestro bienestar particular se va por el retrete, nos empieza a picar todo el cuerpo.

Y cuando estamos picajosos, nos azuzan contra la víctima más propiciatoria. No nos engañemos, la prensa y la televisión son “suyos”. Y “ellos” marcan las noticias y el “tono” con que han de ser ofrecidas.

Venga chicos, la culpa la tienen los controladores aéreos. A por ellos, que son pocos y cobran un pastón. Y encima me han tenido en el aeropuerto sin poder ir a donde sea, a hacer lo que fuera que tenía que hacer. ¡Al paredón con ellos!

Ofrecer la solución

Pero, tranquila, opinión pública, que aquí viene nuestro gobierno al rescate. Unos cuantos Decretos-Ley, que pasan de los derechos legítimos a tener un convenio negociado por ambas partes y a hacer una huelga, no ya únicamente con los controladores. ¿Quién te dice que no va a pasar lo mismo con cualquier otro colectivo del que tú puedes formar parte?

Y si te rebelas, nada, se decreta un Estado de Alarma y en paz. Volverás a tu trabajo, si es necesario, a punta de pistola.

Por cierto, ¿dónde están los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, que hubieran debido poner el grito en el cielo ante la vulneración de derechos? ¿Su sumisión no te da que pensar?

Nos están llevando, a la chita callando, a una democracia dictatorial, con decisiones en las que no tomamos parte, que conducen al gobierno mundial único. Y para tenernos distraídos, continuamente están lanzando cortinas de humo que dirigen nuestra atención hacia otros temas. Dominan el arte del trilero y nos hacen mirar hacia otro lado mientras cambian el guisante de sitio. O despertamos de nuestro sopor, o cuando queramos hacerlo la cadena de la esclavitud se habrá cerrado totalmente sobre nuestros cuellos.
Hemos seleccionado una serie de informaciones que aportan datos para que os hagáis una idea más real en relación a toda la temática de los controladores. Os invitamos a que os toméis el tiempo de informaros. Pero si sois de los que se pierden leyendo, e informarse a fondo les parece “un rollo”, POR LO MENOS leeros el primer apartado de la Carta abierta de un controlador, donde pone “La degradación de la seguridad” y 5. LA SEGURIDAD DEL SISTEMA DE NAVEGACIÓN AÉREA ESPAÑOL

Si realmente queremos que exista una solución real para los controladores aéreos, exijamos la retirada del Estado de Alarma, de los Decretos Ley, y que ambas partes empresa y trabajadores- se sienten a negociar en serio esa solución. Porque yo no sé vosotros, pero nuestro equipo y nuestras respectivas familias, preferimos volar sin ningún riesgo de quasi-colisión. Y tal como están las cosas, volar empieza a parecer el juego de la ruleta rusa.

Equipo de free-news.org

Referencia incluida en el texto:
[1] BOE Estados de alarma, excepción y sitio. [Volver]

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