El
prestigioso médico aleman Ryke
Geerd Hamer,
creador de la llamada Nueva Medicina, fue detenido el pasado viernes
en Málaga en cumplimiento de una euroorden
de entrega dictada por el tribunal de Gran Instancia de Chambery/Savoia (Francia) -correspondiente a lo que en España es
una Audiencia Provincial- a fin de que cumpla la condena de 3 años a
la que fue sentenciado por "ejercicio ilegal de la Medicina"
y "estafa" tras ser juzgado por ese tribunal en rebeldía.
La ejecución de la euroorden correspondía
al Juzgado Central de Instrucción nº 1 de Madrid que ordenó fuera
detenido en su domicilio de la provincia de Málaga -donde el Dr. Hamer
vive desde hace años- y donde el juez, tras comunicarle la razón e interrogarle,
ordenó la prisión preventiva en el madrileño penal de Soto del Real.
La petición de extradición ha sido recurrida por
el abogado que se ha ocupado de la defensa del Dr. Hamer,
el letrado español Javier Iglesias Redondo, quien tras confirmar
los extremos anteriormente reflejados mostró su sorpresa por el caso.
"No conocía al Dr. Hamer y, por tanto,
no sé lo que postula la Nueva Medicina que defiende pero lo que sí
puedo decirle es que me sorprende profundamente que el tribunal francés
dicte una euroorden de este tipo cuando la
sentencia que dictó está recurrida en casación ante el Tribunal
Supremo francés. Es inconcebible, al menos en España, que se meta a
alguien en la cárcel en esas circunstancias". "Por otra parte
-añadiría-, a mi cliente se le juzgó en rebeldía a pesar de que había
presentado un certificado indicando que se encontraba enfermo en la
fecha en que fue citado, y solicitaba nueva fecha para la vista. ¿Por
qué se negó el tribunal y le juzgó estando ausente y, por tanto, indefenso?
¿Por qué no se cursó entonces una orden para detenerle, lo que
hubiese garantizado su presencia en el juicio? No resulta razonable,
en supuestos de penas menos graves,
que se solicite una prisión provisional cuando el recurso está
pendiente de resolver. Recordemos que mi cliente reside en lugar conocido,
y no hay peligro de fuga. Está constatado que en todas sus comunicaciones
al tribunal indicaba su dirección en España. Lo que está pasando
es muy extraño y, a mi juicio, completamente improcedente".
Interrogado
sobre la sentencia del tribunal francés, Javier Iglesias también mostró
su sorpresa. "Fue condenado por ejercicio ilegal de la Medicina...
¡cuando el Dr. Hamer es doctor en Medicina
Interna, ha cursado además Psiquiatría y Pediatría y posee el
diploma de radiólogo! Y se le condenó por 'estafa'! porque varios pacientes,
que fueron informados sobre la Nueva Medicina y su terapia, no se curaron!
Pues la verdad, por esa regla de tres no iba a quedar un solo médico
en la calle; estarían casi todos en la cárcel. Es como si a mi me contratara un
cliente, y si no ganara el pleito me condenaran y llevaran a prisión
por ello. No entiendo tamaño disparate". Luego añadió: "También
me ha sorprendido cómo se ha tratado la noticia en algunos medios de
comunicación. Es intolerable que se haya intentado hacer pasar al Dr.
Hamer por curandero. Cualquier sencilla investigación
-basta consultar Internet- habría permitido desmentir tamaña falacia".
Javier Iglesias terminaría diciendo a Discovery DSALUD que su recurso a la petición de extradición será
probablemente resuelto a primeros de la semana que viene.
QUIÉN
ES RYKE GEERD HAMER
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Nacido
en la localidad alemana de Frisia en 1935, el doctor Ryke
Geerd Hamer se casó teniendo sólo 21 años con otra aspirante a
médico -Sigrid Oldenburg- sólo un año después
de superar el examen de acceso para Medicina. Sin embargo, influido
sin duda por sus padres -pastores protestantes- se licenciaría primero
en Teología en Erlangen. En 1959 -con 24 años- aprobó el examen estatal
de Medicina de Marbourg y terminaría licenciándose
en Ciencias Médicas con las especialidades de Psiquiatría y Pediatría.
Formación que complementaría con los estudios de Física donde llegó
a completar doce semestres aunque no llegó a efectuar el examen. En
1961 obtuvo el grado de Doctor en Medicina trabajando durante varios
años en clínicas universitarias de Tübingen
y de Heidelberg, lugar donde también ejercería
la
docencia. En 1972 se especializaría en Medicina Interna efectuando
investigaciones sobre "la angiometría
de los tumores cerebrales". Asimismo, obtendría el diploma
de radiólogo.
El Dr. Hamer es además inventor. Creó el escalpelo eléctrico que lleva su nombre
y que permite operar de forma no traumática -corta casi 20 veces mas
finamente que un bisturí normal- y de una sierra especial para las intervenciones
óseas. También tiene patentada una couchette
para masaje que se adapta automáticamente al contorno del cuerpo y un
aparato que permite el diagnóstico serológico
transcutaneo.
Sin embargo, su sólida reputación y prestigio cambiaría
en 1978 cuando la muerte de su hijo por un disparo le llevaría tanto
a él como a su mujer a desarrollar sendos cánceres -él
en un testículo, ella en una mama- no tardando mucho en relacionar ambos
hechos. A partir de ese instante iniciaría una investigación que le llevaría a determinar
lo que denominó "Ley de Hierro del Cáncer", piedra
angular alrededor de la cual se articularía lo que hoy se conoce como
"La Nueva Medicina",
según la cual todo cáncer se debe a un shock
traumático inesperado que se sufre en soledad. Agregando que ese trauma
queda reflejado en forma de diana en el cerebro, lo que puede constatarse
en todos los casos mediante un simple TAC cerebral.
En octubre de 1981, convencido de que su descubrimiento
podía ayudar a mucha gente, decide presentarlo para su validación en
la Universidad de Tübingen, lugar donde
el Dr. Hamer se doctoró. Sin embargo, y para su sorpresa, el tribunal
médico designado al efecto, en una decisión insólita, le colocaría ante
la alternativa de abjurar de sus tesis o abandonar de inmediato su trabajo
clínico en la institución. El Dr. Hamer
insiste entonces en que se compruebe lo que afirma y espera. Y en mayo
del año siguiente la Universidad de Tübingen
le devuelve sus documentos de trabajo sobre la relación entre psiquismo
y cáncer... pero sin efectuar verificación alguna.
En 1986, viendo que sigue manteniendo sus ideas,
la Universidad de Tübingen le abre un
proceso para prohibirle el ejercicio de la medicina "por no
querer abjurar de la Ley de Hierro del Cáncer y no asumir las tesis
convencionales sobre el cáncer". El acto se celebra en una
sesión única en 1990, y en el mismo se le declara como una persona incapaz
de controlarse y, por tanto, incompetente para juzgar las necesidades
de tratamientos contra el cáncer. Se
le inhabilita como médico. Y encima, el tribunal decreta que no existe
posibilidad alguna de que se vuelva a revisar su caso. El Dr. Hamer acude a los tribunales y exige que la Universidad
de Tübingen se pronuncie sobre los descubrimientos
que presentó en lugar de limitarse a descalificarle, y gana: en 1986
el tribunal condena a la Universidad de Tübingen
a reabrir el proceso de inhabilitación de Hamer
y a pronunciarse sobre lo que éste plantea. Pero la universidad guardaría
silencio ¡durante 8 años!: hasta 1994. Y sólo para volver a declarar
-el 22 de abril de ese año- que "en el marco del proceso de
habilitación del Dr. Hamer no está
prevista la verificación de sus asertos".
El 9 de diciembre de 1988 el profesor titular de
la cátedra de cancerología de la Universidad de Viena, Dr. Jorg
Birkmayer, declararía -para sorpresa general-
que había verificado la veracidad de la
llamada Ley de Hierro de Hamer. Verificación
a la que seguirían otras posteriores, realizadas por equipos médicos
de Munich y Chambery. Otros colegas médicos,
obviamente, se interesarían de inmediato en ello. Y el 24 de junio de
1992 se anuncia que de nuevo ha vuelto a verificarse. Así se recoge
en un comunicado oficial de la Facultad de Medicina de Düsseldorf
firmada por el profesor E. A.
Stemmann.
Todo esto, sin embargo, no paralizaría los ataques.
Es más, desde entonces los intentos de desprestigio y desacreditación
del Dr. Hamer y de sus descubrimientos han
sido constantes. Y así, el 21 de mayo de 1997 fue de nuevo arrestado.
Resulta que como oficialmente seguía inhabilitado para ejercer, por
no abjurar de sus afirmaciones, fue acusado de practicar la Medicina
por asesorar a unas personas que le habían consultado sobres sus problemas
cancerígenos. Por lo que la juez -en Colonia (Alemania)- decidió encarcelarle
basándose en tres razones. La primera,
que había infringido la ley de práctica médica. Es decir, como
estaba inhabilitado para ejercer como médico es obvio que sus consejos
los había hecho como vulgar curandero, y eso lo castiga la ley. Así que se aplicó la norma al respecto, aprobada en la
época de Hitler. Muy apropiada al caso. Especialmente
porque, para mayor sarcasmo, el Dr. Hamer
se limitó a dar unos consejos y ni siquiera cobró por ello. La segunda
razón fue "no atenerse a razones". Es decir, negarse a abjurar
de sus convicciones. Una exigencia más propia de la época de
la Inquisición que del siglo XXI. Y tercero, que existía el "temor
fundado" de que se fugase a España. Para mayor escarnio, la resolución
judicial indicaba que el doctor Hamer sólo podría ser visitado en prisión media hora dos
veces al mes, previa solicitud y, a ser posible, en grupo.
Cabe añadir que son muchos los médicos que han verificado
las afirmaciones y postulados de Hamer. Hay
casi una treintena de estudios al respecto, algunos oficializados notarialmente.
Sin embargo, no se les ha dado credibilidad alguna. Siempre con el argumento
de que el reconocimiento oficial de algo así sólo podía hacerlo una
universidad oficial. Entonces sí sería reconocida... Pero quiénes
se excusaban con tal argumento mentían. Porque el 8 y 9 de Septiembre
de 1998 los postulados de la
Nueva Medicina fueron también verificados y confirmados oficialmente
por la Universidad de Trnava, en Eslovaquia,
como certificaron con sus firmas los doctores J.
Miklosko -Vicerrector
de la Universidad-, V.
Krcmery -Decano de la Facultad- y J.
Pogady
-Catedrático de Psiquiatría y Presidente de la Comisión-. Una certificación que, textualmente
dice:
"Durante los días 8 y 9 de Septiembre de
1998, en el Servicio de Oncología del Instituto Oncológico Santa Isabel
de Bratislava, y ante la presencia del Vicerrector de la Universidad
de Trnava, del Decano de la Facultad de Enfermería
y Naturaleza Social de la Universidad y de diez personas más,
entre docentes y catedráticos, han sido examinados siete casos de pacientes
con más de veinte enfermedades. Los protocolos médicos de dichos
casos, establecidos por el Dr. Hamer, se adjuntan
a la presente. Se trataba de constatar la comprobación
de su sistema en base a reglas científicas
de reproductibilidad. Los hechos ocurrieron
de la siguiente manera: de las cerca de cien pruebas que se pudieronn examinar en cada enfermedad según las leyes de
la Nueva Medicina (no pudieron ser examinadas todas
por falta de datos), en todas las que se pudo comprobar, se constató
que se cumplían con exactitud las leyes naturales de esta Nueva Medicina.
Los abajo firmantes aseguramos que, en su presentación,
realizada en dos ejercicios de verificación, se confirma su sistema
con mucha probabilidad. Valoramos en gran estima el compromiso ético,
humano y paciente del Dr. Hamer así como su
nueva aproximación integral al paciente.
Considerando todos estos factores estamos convencidos
de que la cuestión de la pronta aplicación de la Nueva Medicina debe ser efectuada con urgencia."
Cabe añadir que hoy son miles los médicos convencidos
en todo el mundo de que Hamer tiene razón
y siguen sus enseñanzas, recogidas en lo que vino a denominar la "Nueva Medicina".
A pesar de que algunos colegios médicos españoles abrieron también expedientes
a algunos afiliados que decidieron seguirla. Porque también en España
hay médicos que han sufrido persecución por compartir los planteamientos
de Hamer. Aquellos que se atrevieron a decir
que tenía razón o, simplemente, que lo que planteaba tenía sentido y
había que investigarlo. Hoy, conscientes de que el sistema los aplastaría
si insisten en decir lo que piensan en público, trabajan en silencio.
Jose Antonio Campoy
Director de Discovery DSALUD.
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