A causa de esta honesta verificación, el oficial médico Stangl fue "arruinado", tal como me ha explicado. No podía utilizar un sello de médico oficial… y además no se puede confirmar algo parecido.


Centro de la Nueva Medicina en Austria
Dirección Dr. med. Ryke Geerd HAMER

Confirmación

Burgau, 27 de enero de 1993

El 27 de enero de 1993, se examinaron 12 casos a fondo con objetivo de verificar si las 4 leyes biológicas de la "Nueva Medicina" se aplican. Esta verificación tuvo lugar en este Centro de la Nueva Medicina, en presencia del Dr. Willibald Stangl, médico oficial (Amtsartz), del Dr. Wilhelm Limberger, médico generalista, y del Dr. Hamer. Como media, cada caso presentaba entre tres y cuatro enfermedades.

Las cuatro leyes biológicas de la Nueva Medicina se denominan:

  1. La Ley de Hierro del Cáncer, con sus tres criterios.
  2. La Ley de las dos fases de las enfermedades.
  3. El sistema ontogenético de los cánceres y enfermedades equivalentes.
  4. El sistema ontogenético de los microbios.

Los doce casos comprendían las siguientes enfermedades:
Cáncer, psicosis, diabetes, tumor cerebral, sarcomas, esclerosis múltiple y neurodermatitis.

Para los doce casos, en cuya mayoría acumulaban varias enfermedades, hemos encontrado que las leyes de 1 a 3 de la Nueva Medicina se verificaban con exactitud. La cuarta ley, el sistema ontogenético de los microbios, no pudo ser suficientemente verificado, ya que los datos necesarios para hacerlo no estaban disponibles en cantidad suficiente.

Dr. Willibald Stangl                                                     Dr. Wilhelm Limberger
Médico oficial                                                             Médico generalista
Dr. Willibald Stangl                                                     Tulln, 8 febrero 1993
Médico Oficial
3430 Tulln (AUSTRIA)



Señor  Decano,

Por múltiples razones desearía señalarle los hechos siguientes, y pedir su ayuda. También nosotros, los médicos oficiales, nos vemos confrontados en la visita a los pacientes, con diagnósticos y métodos de tratamiento que no conocemos ni por le medicina académica ni por nuestra formación de médico oficial (medicinas alternativas de todos tipos).

En el transcurso de los años anteriores nos hemos ido encontrando cada vez con mayor frecuencia, un método de tratamiento del cual ni yo mismo ni mis colegas del servicio habíamos oído hablar, a saber LA LEY DE HIERRO DEL CÁNCER, según el Dr. Ryke Geerd Hamer.

Frecuentemente, las personas a las que visitábamos nos exigían que tuviésemos en cuenta los descubrimientos de esta "Nueva Medicina", en el momento de establecer el diagnóstico de médico oficial.

Todos, incluido yo mismo, rechazábamos esto y finalmente fui citado ante la justicia por el abogado de un candidato al permiso de conducir,  con el argumento de que mi diagnóstico era incompleto y como tal, erróneo.

Tras un proceso de varias horas fui finalmente liberado.

Como ni mis colegas ni yo mismo deseábamos tener tales confrontaciones en el futuro, se me encomendó, como decano de la sociedad científica de los médicos oficiales de la Baja Austria, el encargo de verificar estos conocimientos, así que estudié la literatura existente. Finalmente, me instalé como observador durante muchos días en el Centro de la Nueva Medicina en Burgau/Oststmk. Pude ver a unos 130 pacientes, y acceder al historial de sus enfermedades. Al mismo tiempo trataba de encontrar en los escáneres que me presentaban, las enfermedades diagnosticadas en la anamnesis o en la exploración. A pesar de mi disposición crítica ante esta Nueva Medicina, me  sorprendió la regularidad exacta de cada uno de los casos. Pero lo más sorprendente a mis ojos era que los pacientes que llegaban allí con un diagnóstico fatal, se curaban.

Entonces examiné casi a 120 personas en el marco de mi actividad tanto privada como de profesor y de médico oficial. Exigí un escáner en cada ocasión, y debo ahora reconocer que esto se verificaba en cada caso.

¿Por qué le digo esto? No ha de ser labor del servicio de médicos oficiales el verificar estos descubrimientos para examinarlos. Sin embargo, si se demuestran exactos conducirían a una inversión de los aspectos médicos en muchas áreas de la salud pública, y a una modificación en profundidad de la legislación.

Por ejemplo, no se podría rechazar el derecho a conducir de un epiléptico. El seguimiento de los tuberculosos debería ser revisado bajo nuevas bases; en la ley de protección de la maternidad se deberían introducir importantes nuevos párrafos para la protección del feto. Se deberían crear nuevas referencias y corregir la evaluación de los disminuidos (reembolso de los cuidados) y de los niños (¿duplicar la ayuda siguiendo la ley de cargas familiares?...) así como la atribución adelantada de las pensiones por enfermedad, lo que tendría una gran repercusión económica. Igualmente, la ley sobre la eliminación de los bacilos podría ser suprimida en gran parte, y reemplazada por recomendaciones de mejora de higiene en el terreno alimentario. Y esta lista podría ser más larga.

Los médicos oficiales de la Baja Austria, que están reunidos en una asociación científica, deben necesariamente tener en cuenta estos descubrimientos. Por una parte porque la presión de la población crece incesantemente, y el tribunal no es el lugar adecuado donde efectuar esta confrontación, y por otra parte porque no aceptaremos el reproche de falta de flexibilidad. Como presidente de nuestra sociedad científica le solicito, Señor Decano, que verifique por vía universitaria la Ley de Hierro del Cáncer y de las Enfermedades Equivalentes.

Quedo a la espera de su respuesta, y la transmitiré por la vía de la federación de los médicos oficiales, a todos los colegas del país.

Cordialmente
Dr. Stangl Willibald, médico oficial


Esta carta fue dirigida por el médico oficial, y presidente de la asociación científica de los médicos oficiales de la Baja Austria, al 

  1. decano de la facultad de medicina de la Universidad de Graz.
  2. decano de la facultad de medicina de la Universidad de Tübingen.

Las consecuencias para él fueron aterradoras. Los decanos no le contestaron, pero contactaron con el Consejo Superior Sanitario de Higiene de Austria, en relación a Stangl. Y sobre él se abatió un infierno, que me ha descrito él mismo como sigue:

"Los colegas del Consejo Sanitario y todos los demás colegas posibles me telefoneaban día y noche, cada 2 minutos, y me cubrían con los peores insultos: "Puerco, quieres destruir nuestra medicina académica, no hay duda". Cuando yo no estaba, le decían a mi mujer: "¿Dónde está el cerdo? ¡Que se ponga el cerdo!"
Dejaban comprender con claridad que algo les pasaría a mis hijos, etc. Etc.
Tras dos semanas de terror,  a un ritmo de cada dos minutos, me hundí.
Entonces se me convocó ante el Consejo Superior Sanitario de Austria, se lanzaron sobre mí como lobos, y me destrozaron. Tuve que firmar que retiraba las dos cartas".

Amigos míos, sobran los comentarios.


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