¿Vacas locas o ciencia loca?.
Insecticidas relacionados con la EEB, ECJ y el Alzheimer.

por Fintan Dunne.
Tel: +353-87-681-4133.
Editor, http://www.aidsmyth.com/
Investigación Kathy Mc Mahon.
7 de diciembre del 2000.

Mark Purdey.Mark Purdey.

«A los medios de comunicaciones les entusiasmó la teoria de la Encefalopatia Espongiforme Bovina (EEB) porque podían presentar una noticia de horror y holocausto viral. Los vegetarianos y los grupos de presión verdes se encontraron con una poderosa arma de propaganda a su servicio -las vacas habían estado convertidas en caníbales-. El mundo científico británico podia continuar lanzando generosas ayudas para su caza de brujas viral sin haber de sufrir la vergüenza de dar explicaciones por haber estado años luchando contra un objectivo equivocado. Además el gobierno podia atribuir falsamente la culpa de la EEB a un agente fortuito del que no se podia responsabilizar ni a ningún interes oficial ni a ningún organismo oficial». Investigador, Mark Purdey.

Nuevas investigaciones científicas indican que los intereses famaceúticos y del gobierno del Reino Unido han llevado a la población europea a una persecución inútil de la EEB al esconder que fue la dosificación del Fosmet que el propio gobierno britànico utilizó para luchar contra el moscardón (la larva del cual vive debajo la piel de algunos mamíferos) la que provocó la EEB en la cabaña bovina británica. El Fosmet es un plaguicida organofosforado de categoria B-B-C es decir de toxicidad moderada para personas y la fauna terrestre y muy tóxico para la fauna acuícola, el que conlleva la prohibición de uso en zonas húmedas.

Los europeos estan enfadados con los ingleses por la EEB y aún se enfadaran más cuando descubran que se han cargado toda la producción vacuna por una ciencia «apañada» designada para ocultar un claro escándolo de envenenamiento químico.

ICI Group.El especialista en priones de la Universidad de Cambridge, David R. Brown ha demostrado que los priones resultan dañados por el insecticida organofosforado Fosmet de la empresa ICI y que pueden interactuar con el manganeso de los alimentos animales, volviendose gandules y causando directamente la EEB.

Zeneca.El grupo famaceutico británico ICI, con muy buenas conexiones, es la compañía madre del distribuidor de Fosmet Zeneca. El Fosmet se utilizó en la campaña británica contra el moscardón. En 1996, la patente de Fosmet se vendió a una compañia con apartado de correos de Arizona llamada Gowan, una semana antes de que el gobierno británico admetiera una relación entre la EEB y la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob nvECJ. La Agéncia de Protección Mediambiental de los EUA esta ahora replanteandose la seguridad del Fosmet.

Mientras Europa se prepara para sacrificar en masa la cabaña bovina en aras de la protección del consumidor - convencidos de que la ingestión de priones de vacas infectadas con la EEB es la causa de la nueva variante de la ECJ en la especie humana- científicos alternativos tienen pruebas evidentes de que las dos enfermedades han estado causadas por insecticidas organofosforados y no por la harina de huesos o por hamburguesas.

La indústria farmaceútica está muy decidida a esconder el origen químico de la EEB y de la nvECJ. Si se conociera la causa real se tendria de plantear el papel que juegan los insecticidas en la enfermedad de Alzheimer. Los organismos de investigación y de dirección de la EEB británicos estan bajo control farmaceutico. Un número importante de investigadores del cerebro han muerto en estrañas circunstancias en los últimos años.

Pero el actual drama de la EEB en Europa amenaza en hacer público todo eso.

La teoria alternativa relaciona la propagación epidemiológica de la ECJ en las personas con la incidencia de las enfermedades del tipo EEB en los animales. Si la investigación es correcta, entonces no solo es inútil la acción de la CE, sino que las lociones para la sarna o para los piojos de la cabeza podrian hacer más propensos a los niños-as a coger la ECJ y hasta el Alzheimer cuando sean grandes.

Arrodillar el prión.

El bioquímico especialista en priones de la Universitat de Cambridge, David R. Brown rechaza la ciencia que sirve de base al modelo infeccioso de la EEB el que el llama «una cantidad muy limitada de ciencia para unos pocos científicos supuestamente respetables». Insiste en que «no hay ninguna prueba de que haya un agente infeccioso ni en la carne ni en la leche».

No entiende porqué no se han realizado «unos sencillos análisis de las paredes de la ubre de las vacas, que podían detectar facilmente la presencia de un prión infeccioso».

Su último estudio publicado analiza como el organofosforado (OP) en el insecticida sistémico del moscardón puede deformar la molécula del prión, volviendola ineficaz. Aún peor, entonces el prión tiene tendència a unirse con el manganeso y se vuelve un prión «gandul». Una reacción en cadena, donde unos priones gandules convierten a otros priones también en gandules, puede explicar el mecanismo de la enfermedad espongiforme bovina.

Demostró como la proteina del prión se junta con el cobre de manera inocua, pero como es letal al unirse con el manganeso degradandose el prión por los efectos del organofosforado. Incluso variaciones naturales en una relativa disponibilidad mediambiental del manganeso hacia el cobre pueden provocar la degradación del prión.

Los sintomas de la ECJ y de la EEB reflejan la «locura del manganeso», un síndrome degenerativo neuro-psiquiátrico irreversible que afectaba los mineros del manganeso durante la primera mitad del siglo XIX.

Encendiendo la luz.

Mark Purdey, ganadero ecológico y científico independiente, dice que la teoría aceptada de la transmisión de vacas infectadas de la EEB a la ECJ humana mediante la ingestión de harina de huesos o carne, depende de un prión mutante que nunca ha estado aislado siguiendo el protocolo científico llamado postulados de Koch.

La insistencia de Purdey en seguir al pie de la letra esta norma científica le ha valido la condena del mundo oficial británico desde que sometió a discusión su teoria. Pero Purdey señaló las manifestaciones de la ECJ de una planta británica de producción de Fosmet para apoyar su teoría.

Declaró en la investigación de la EEB del gobierno británico y fue apoyado por la parlamentaria conservadora Thessa Gorman. Sus opiniones fueron desestimadas, pero sus posteriores investigaciones y el nuevo trabajo sobre el prión de Cambridge han confirmado la teoria alternativa. A pesar de todo esto y del soporte de un compañero británico, se le deniega el dinero para sus investigaciones.

Desde su finca de Somerset, mientras los planes sobre el resto de la cabaña europea siguen adelante, Purdey pregunta, «¿porque la degeneración provocada por la ECJ en la especie humana empieza en la retina y porque las manifestaciones de la ECJ se encuentran en lugares de alta latitud?».

La pregunta es retórica y Purdey tiene una respuesta obvia. Dice que la molécula del prión tiene un rol natural conocido que es un adsorbedor de energia dañina de los rayos ultravioletas y de otros agentes oxidantes.

Una vez el sistema de defensa del prión se vuelve ineficaz, debido a los organofosforados, por ejemplo en las lociones para los piojos de los cabellos de las personas, estos efectos oxidantes tienen un impacte inmediato sobre los tejidos. En algunos casos, la radiación ultravioleta daña la retina y el estres oxidativo destruye los tejidos del cerebro de los pacientes con la ECJ. Esta teoria supondria encontrar una mayor incidencia de la ECJ en zonas montañosas donde los niveles de radiación de ultravioletas son altos. Estas predicciones han resultado ciertas.

Un mecanismo similar pero acelerado podria ser el impulsor de la EEB. El insecticida organofosforado Fosmet de ICI contra el moscardón, aplicado al lomo de los animales a lo largo de la columna vertebral, degrada los priones de manera similar. «Versiones sistémicas del insecticida estan diseñadas para convertir todo el lomo de la vaca en tóxico para el moscardón», explica Purdely. «Desgraciadamente, tambien es tóxico para los priones, especialmente para aquellos priones situados a milímetros del lugar de aplicación».

Los priones enfermos estan preparados para reaccionar con el manganeso que se encuentra en el alimento animal o con el manganeso con que se rocia el suelo o las capas minerales, conviertiendose en la fuerza impulsora de la neurodegeneración de la EEB. Purdey dice que los priones que estan afectados por el manganeso ponen en marcha una reacción en cadena letal que nerológicamente destruyen al animal.

Los pollos excretan la mayor parte de los suplementos alimenticios que se les da, incluido el manganeso. En eI Reino Unido, sus excrementos, ricos en manganeso, se mezclaron con el alimento de las vacas. Purdey también dice que las variaciones naturales en la relativa disponibilidad ambiental del cobre y el manganeso también puede desencadenar la degeneración de los priones.

Si estos mecanismos de la enfermedad son ciertos, entonces hay un riesgo importante relacionado con el uso de organofosforados en las personas. Los preparados contra los piojos y la sarna se utilitzan desmesuradamente y pueden ser un cebo para sus usuarios para la ECJ.

Purdey cree que su predilección por el trabajo de campo puede ser la clave para conseguir el éxito. Se lamenta del «reduccionismo» de una ciencia muy centrada en los laboratorios. «He viajado por todo el mundo para investigar las manifestaciones conocidas de la enfermedad espongiforme -cosa que los investigadores de la opinión mayoritaria no parece que les interese hacer-».

Después de postular una teoria ambiental -más que no infecciosa- de las enfermedades espongiformes, Purdey ha conseguido pruebas de todo el mundo que explican y preveen la incidencia en las personas y en los animales: unos afectados de Eslovaquia, alrededor de una planta de manganeso; renos de Islandia con EEB, que comían borrajo rico en manganeso; la matanza inútil de ovejas en Chipre donde la EEB volvió a aparecer unos años despues.

«La reaparición de la EEB en Chipre demuestra obviamente una causa ambiental» dice Purdey, que se muestra optimista cuando habla de su condena por parte de los científicos seguidores de los teorias oficiales.

«Supongo que tienen hipotecas y hijos que han de ir a la universidad» reflexiona. «En privado algunos están de acuerdo conmigo, pero en público me denuncian. Realmente fue muy extraño».

La prueba del dinero.

Los investigadores críticos como Purdey tienen pocas posibilidades de hacer prevalecer sus argumentos. La indústria farmacéutica controla los hilos económicos de la investigación y no tiene ningún interés en explorar una línea de investigación que les pudiera llevar a los tribunales como responsables de la EEB. La teoria oficial tiene mucho dinero para sus investigaciones, las alternativas casi nada, si es que tienen alguna cosa.

Hay incluso más implicaciones explosivas en el nuevo trabajo. Purdey dice que la deformación de la proteina induida por el organofosforado podria ser tambien la base de la enfermedad de Alzheimer. Si eso fuera cierto, las consecuencias legales podrien destruir algunos gigantes famaceúticos y mucha gente importante se veria afectada.

Sorprenentmente, parece que Purdey y otros investigadores del cerebro han tenido muy mala suerte en una secuencia de desafortunados accidentes. La casa de Purdey se quemó y su abogado que trabajaba con el en el caso de la enfermedad de las vacas locas tuvo un accidente de coche por culpa de otro vehicle y murio. El veterinario del caso tambien murio en un misterioso accidente de coche, según informaron los periodicos locales.

El Dr. C. Bruton, un especialista en la ECJ -que habia escrito un artículo sobre una nueva característica de la ECJ- murio en un accidente de coche antes de que su trabajo fuese hecho público. Purdey piensa que Bruton quizás sabia más del que decia en su último articulo científico.

En 1996, uno de los principales investigadores del Alzheimer, Tsunao Saitoh y su hija de 13 años murieron en La Jolle, California. El informe Reuters lo describió como un «tiroteo hecho por profesionales».

La enfermedad del Alzheimer, la de las Vacas Locas y la ECJ tienen en común unas proteínas anormales en el cerebro y una conexión putativa con los organofosforados. Hasta la síndrome de la Guerra del Golfo entre los soldados que volvieron se ha atribuido, en parte, al insecticida. Pero las sospechas de los investigadores alternativos aún son ignoradas.

Tienen a su favor una creciente alarma entre la población. Mientras la mentida de la EEB se va fraguando y el pánico de los gobiernos va creciendo, la ciencia puede salir a comer con la EEB, comprometida con la miopia espongipensante bovina.

Mark Purdey financia sus propias investigaciones, los analisis/el laboratorio/los viajes a los lugares donde hay manifestaciones de la enfermedad. Las donaciones a su investigación le ayudaran a continuar con su labor. Enviad-las a: Mark Puerdey Research Fund, High Barn Farm, Elworthy, Nr Taunton, Somerset TA4 3PX. UK.


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