¿Tests fiables (2)?.

Los tests son el punto práctico clave del «sida». En efecto, este invento «made in USA» se desmoronará en cuanto se pierda la actual fe en que dichos tests son fiables al cien por cien, cuando en realidad carecen de toda validez. El pasado martes se demostró que ningún «test del sida» fue correctamente comprobado antes de aplicarlo, por lo que todos son inválidos. Ninguno ha sido verificado con la prueba de referencia (gold standard) adecuada, que tan sólo puede ser el propio supuesto «VIH». Esto sólo ya basta para poder afirmar con todo rigor que todos los «seropositivos» sin excepción son en realidad falsos positivos. Hoy se dan más argumentos que confirman esta dramática situación. En efecto, el test Western Blot, utilizado en el Estado español para confirmar el diagnóstico «infección por VIH», carece de fiabilidad alguna, y por ello Inglaterra y Gales lo eliminaron en 1992. El simple hecho de que cada vez se detectan más enfermedades o situaciones que actúan cruzadamente haciendo que los tests-de-anticuerpos den positivo, los descalifican. En consecuencia, todas las personas que sufren el calvario de llevar la etiqueta de «seropositivo» o de «SIDA» son víctimas de la confianza que la sociedad en general y los médicos que los aplican en particular, depositaron en el puñado de científicos que aumentaron su fama y su patrimonio diseñándolos, en los laboratorios que los fabrican a precio de oro y en unos medios de comunicación que acríticamente los siguen presentando como totalmente seguros. Cada vez hay más elementos para exigir que de una vez se abra el DEBATE SIDA. En este contexto, el Simposium «SIDA sin VIH: ¿Mito o realidad?» que se celebrará en octubre en Colombia es un ejemplo a apoyar y seguir, y puede impulsar el contraste a escala mundial. 


La rutina establecida ilegalmente de hacer los «tests del sida» a embarazadas y recién nacidos, ha creado dos nuevos «grupos de riesgo»
Un bebé nace en un hospital de la provincia de Málaga. Debido a que se ha instaurado la criminal costumbre de hacer por rutina las chapuceras «pruebas del sida» a todo recién nacido, se las aplican. Dan positivas, luego oficialmente el bebé es «seropositivo», lo cual también oficialmente significa que o bien está infectado por el «VIH» o bien tiene anticuerpos frente al «VIH» recibidos de su madre, para lo cual ella misma debería estar «infectada por el VIH». Le vuelven a hacer las pruebas a la madre (ya se las habían hecho por estar embarazada), y de nuevo dan negativo. Entonces oficialmente sólo queda una posibilidad: el padre tiene que ser el portador del «VIH»; en consecuencia, le hacen las pruebas al padre... pero resulta que también dan negativo. Situación clarificadora de lo erróneo de la versión oficial del «sida»: un bebé «seropositivo» es hijo de madre y padre ambos «seronegativos». ¿Quién ha transmitido el «VIH» o los «anticuerpos al VIH» al bebé?

Afortunadamente, un amigo de la familia conoce los planteamientos de los científicos críticos. Al enterarse de que los criterios de interpretación de los tests cambian de un país a otro, los padres deciden ir a Gibraltar, donde se aplican las reglas inglesas. Resultado: el bebé es «seronegativo». Los padres respiran aliviados. Reacción de los médicos del hospital malagueño: «Las últimas pruebas no son válidas porque no se han efectuado en territorio español».

El tiempo pasa y, lógica y naturalmente, la criatura crece sana. Y la familia es feliz... 


La Dra. Eleni Papadopulos-Eleopulos y su equipo australiano han efectuado los estudios más exhaustivos de evaluación de los «tests del sida». 
Prohibición inmediata de los tests ELISA y Western Blot.

Cuanto más se investigan los «tests del sida», crece la evidencia de que carecen de toda fiabilidad.

Lluís Botinas.Lluís Botinas.

En el Estado español, la inmensa mayoría de las etiquetas oficiales («seropositivo» o «sida») han sido colocadas basándose en distintas marcas de tests-de-anticuerpos de dos tipos: ELISA y Western Blot (WB).

Oficialmente se llama al ELISA «test de detección» porque es considerado poco fiable. Y quienes dan positivo al ELISA son sometidos al WB, oficialmente denominado «test de confirmación». Si el WB da positivo, la persona es definitivamente diagnosticada como «infectada por el VIH». El WB da negativo en muchísimos casos en que el ELISA ha dado positivo. Queda claro, pues, que para los responsables españoles el WB es el test definitivo por ser considerado muy riguroso.

Robert Gallo.Sorprende entonces enterarse que desde 1992 en Inglaterra y País de Gales se ha dejado de utilizar el Western Blot porque el «Laboratorio de Referencia para Virus» de Londres, dirigido por el Dr. Mortimer, llegó a la conclusión de que el WB creaba demasiados problemas y «debería haber permanecido como una simple herramienta de investigación» en vez de ser utilizado para diagnosticar la supuesta «infección por VIH». Han vuelto a la anterior práctica de usar solamente el ELISA, el considerado menos fiable. Entonces, sería de suponer que haya un gran número de «seropositivos». Pero no es así: se calculan en 30.000 para todo el Reino Unido (para el Estado español, no se conoce bien la cifra pero deben ser más de 150.000). Ello es debido a que se puede modificar el umbral de reacción de cada test, haciendo que resulte el porcentaje de «positivos» deseado. He aquí un ejemplo histórico: Cuando el Dr. Gallo ofreció su primer test a la industria de la sangre (transfusiones,...), resultó que el 30 % de los donantes daba positivo, por lo que fue rechazado inmediatamente puesto que un porcentaje así hundiría el gran negocio del «petróleo rojo». El Dr. Gallo encontró en seguida la solución: fue subiendo el umbral de reacción del test hasta que dio un porcentaje de «positivos» suficientemente pequeño como para que resultase aceptable para los empresarios...

PERO, ¿ES FIABLE EL WESTERN BLOT?.

La investigación más profunda al respecto ha sido realizada por el equipo australiano dirigido por la doctora Papadopulos-Eleopulos, basada en una evaluación exhaustiva de la literatura científica publicada sobre el WB. Se apoya, pues, en la experiencia de años de aplicación del WB. Las conclusiones a que llega son las siguientes:

  1. El WB no está estandarizado, por lo que los criterios aplicados por cada país, institución o laboratorio pueden ser distintos. Así, por ejemplo, la mayoría de personas que en el Estado español sufren el calvario de llevar la etiqueta de «seropositivo», en Australia serían «seronegativas» ya que allí se aplican unos criterios más restrictivos.
  2. El WB no es reproducible, es decir, partes de la misma extracción de sangre de la misma persona enviada a laboratorios distintos, puede dar resultados distintos. Es más, partes de la misma sangre hechas llegar por canales diversos al mismo laboratorio, puede dar resultados distintos.
  3. El WB no encuentra anticuerpos específicos, es decir, no se puede afirmar que los anticuerpos que reaccionan con las proteínas colocadas en bandas en el WB sean anticuerpos generados expresamente ante el supuesto «VIH». He aquí algunas razones:
    1. Porque a pesar de que los fabricantes de los tests presenten dichas proteínas como «proteínas del VIH», esto no está demostrado por el sencillo pero decisivo hecho de que nunca se han presentado las pruebas científicas de que el «VIH» haya sido aislado (ver Diario 16: entrevista con el Dr. Lanka el 3 de abril de 1997). El caos es tal que incluso el peso molecular de las proteínas contenidas en los tests puede cambiar de una marca a otra, lo cual indica que las supuestas «proteínas del VIH» son distintas de un fabricante a otro. Y el haber pasado a usar proteínas sintéticas no las convierte en «proteínas del VIH», aunque sí ha reducido el número de contradicciones.
    2. El WB puede dar positivo en personas absolutamente sanas que no han realizado lo que oficialmente se llama «práctica de riesgo» alguna. Incluso ha dado altos porcentajes de positivo en sangre extraída en los años sesenta de miembros de tribus amazónicas en las que nunca ha habido un caso de sida.
    3. El WB tiene reacciones cruzadas, es decir, da positivo debido a causas distintas a estar «infectado por el VIH». Una lista publicada en septiembre de 1996 ya contiene 60 enfermedades y situaciones que pueden hacer dar positivo dicho test. En dicha lista, cada uno de estos 60 factores lleva uno o varios números que remiten a 64 artículos científicos en los que se documenta cada factor.
    4. Los anticuerpos a los gérmenes más comunes (micobacterias y hongos) que infectan al 90 % de quienes dan positivo a los tests, reaccionan con las llamadas «proteínas del VIH», por lo que... ¡hacen dar positivo a los «tests del sida»!.
El conjunto de estas conclusiones permite afirmar, de forma académica, que «el WB tampoco es fiable»; y, de forma coloquial, que «el WB también es una chapuza». Y ello al margen de que, como todos los demás tipos de «tests del sida», no sea válido porque no se ha cumplido el requisito básico imprescindible: contrastarlo con la prueba de referencia (gold standard), el propio «VIH». 
Causas de posible «reacción cruzada», es decir, de falsa-positividad.
Que se haya detectado tantas, por sí sólo descalifica totalmente los «tests del sida».

La revista estadounidense Zenger's, de California, publicó en setiembre de 1996 una lista de 64 artículos aparecidos en diversas revistas científicas (Lancet, Proceedings of the National Academy of Science, JAMA, New England Journal of Medicine, Bio/Technology, American Journal of Epidemiology, Vox Sanguinis, Transfusion, Arthritis and Rheumatism, Am. J. Epidem., Nephron, etc.). En ellos se documenta (el número de veces que aparece entre paréntesis) que una o varias de sesenta enfermedades o situaciones hacen que los «tests del sida» den positivo. Aquí se presentan agrupadas por similitud, aunque siendo los artículos de referencia distintos.

ENFERMEDADES:

SITUACIONES: Esta lista es sin duda incompleta, pues no han podido ser revisadas numerosas revistas ni todos los ejemplares de cada revista. Sin embargo, es suficiente por sí sola para descalificar totalmente los «tests del sida». ¿Cuántos hemofílicos, personas con problemas de hígado, tuberculosos, enfermos autoinmunes, infectados por uno entre docenas de microorganismos, recién vacunados, transfundidos, etc., etc., etc., se han visto convertidos en «casos de sida» simplemente porque tuvieron la mala ocurrencia de hacerse, o la desgracia de que les hicieran, esos «infalibles tests del sida»? De entre todas las personas etiquetadas, ¿cuántas no reúnen una o varias de estas enfermedades o situaciones?

Conclusión práctica lógica: ESTOS TESTS SON CREADORES DE «SIDA» Y DEBEN SER INMEDIATAMENTE PROHIBIDOS. Y SUS VÍCTIMAS, INDEMNIZADAS. 


Colombia: importante encuentro internacional. «SIDA sin VIH: ¿mito o realidad?».

Con este titulo tendrá lugar en octubre, del 2 por la tarde al 5, en la Universidad Industrial de Santander (UIS), en Bucaramanga (Colombia), un Primer Simposium Internacional que convoca a científicos de las distintas corrientes críticas a la hipótesis oficial «VIH=SIDA».

Está auspiciado por las Universidades de Antioquía y de Barranquilla, y la Universidad Manuela Beltrán, así como por la Gobernación y por la Secretaría de Salud Departamental de Santander, el Banco Ganadero, la Fundación Arte y Ciencia, y las entidades Red Caldas-COLCIENCIAS y ASMEDAS. A pesar de la oposición frontal por parte de los organismos oficiales encargados del «SIDA», cuenta con el visto bueno del Ministerio de Salud, cuya titular recibirá a los conferenciantes el día 2 por la mañana. El Comité Organizador está presidido por el Dr. León-S., Director del Departamento de Neurología de la UIS, y formado básicamente por los miembros del «Grupo de Investigación ASINO-HIV», que ofrece un millón de pesos colombianos a quien traiga pruebas de la existencia del «VIH».

Será inaugurado por el rector de la UIS y por el decano de la Facultad de Salud, y clausurado por el Gobernador de Santander, Dr. Camacho, y el senador Dr. Chamorro. Y será seguido de una rueda de prensa internacional celebrada bajo el lema «El porqué de la censura mundial a la concepción no-infecciosa del SIDA» e introducida por el periodista inglés Neville Hodgkinson.

Está previsto desde un inicio que presenten ponencias, por orden cronológico, los Drs. León-S. («Hechos, factores y distractores en los retrovirus humanos: una perspectiva personal», y otra), Duesberg (miembro de la Academia Americana de Ciencias; «Inventando el virus del SIDA», y dos más), Zaninovic («Paraparesia espástica tropical, PET, sin HTVL-1», y otra), Castro («Discrepancia, evidencia, coincidencia e inconsistencia en la epidemiología de la PET», y otra), Geshekter («Repensando el SIDA en África», y otra), Rey («SIDA VIH-seronegativo en un pueblo seropositivo»), Giraldo («La concepción infecciosa del SIDA: una de las consecuencias de la crisis del método científico», y otra), Merino («Hechos y controversias en las pruebas inmunodiagnósticas en el VIH»), Alfonso («AZT: ¿princesa o vasallo?»), Mullis (Premio Nobel; «PCR, carga viral y SIDA», y otra), Philpott («SIDA, niños y hemofilia: incertidumbres dogmáticas», y otra), Rasnick («Ausencia de beneficios clínicos de los inhibidores de proteasas», y otra), Suárez («Complicaciones neuromusculares de pacientes de SIDA, con y sin tratamiento antiretroviral»), Papadopulos-Eleopulos («Oxido-reducción, VIH y SIDA») y Gómez («Nutrición y malnutrición en SIDA»). Posteriormente se han incorporado las ponencias del Dr. Lanka («Aislamiento de virus, «VIH» y retrotranscripción») y de Botinas (««Con censura, SIDA; sin censura, vida»: Desmontar el SIDA de aquí al 2000»).

Este importante evento puede traducirse en que por primera vez un gobierno pida que se abra un Debate Internacional sobre el sida. Y también en que las diferentes corrientes críticas sumen esfuerzos para lograr que la «XII Conferencia Internacional del sida» (Ginebra 1998), signifique el inicio del fin del sida a escala mundial.


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