Testimonio de Rosa.

Hace doce años, cuando yo tan solo tenía dieciséis, comencé una relación con un chico que anteriormente había estado en el mundo de las drogas y el cual hacía cuatro años lo habían etiquetado de VIH. Debido a esto, creímos oportuno hacerme a mí también las pruebas, que salieron primero negativas y dos semanas después positivas. Debo decir que antes y después de hacerme estas pruebas estuve tomando bastantes drogas de diseño y llevando una vida bastante desordenada.

Bueno, al principio todos los médicos que me atendieron me dijeron que no tuviera miedo, que no tenía por que desarrollar la horrible enfermedad y que mis controles analíticos salían perfectos. Pero yo estaba aterrada, toda mi vida cambió de repente en cuestión de dos semanas, no podía quitarme de la cabeza que pronto iba a morir y sin saber porqué ni que hacer para evitarlo. Seguí con los controles rutinarios, cada tres meses, a los que iba muerta de miedo, hasta que un día me dijeron que mis defensas habían bajado mucho y que debía tomar AZT. Comenté que tenía muy malas referencias de esta droga en personas que lo habían tomado, entre ellas mi pareja y que de momento no quería tomarlo, ellos insistían diciendo que esta me pararía el desarrollo de la enfermedad y que si no me moriría. Me fui de la consulta y a partir de aquel momento decidí no volver, ya que si no lo tomaba por lo visto no tenían nada más que hacer por mí.

Pasaron tres o cuatro años los cuales fui tomando bastante confianza en mí misma, dejando las drogas y haciendo una vida más ordenada, cuidando mi alimentación y cultivándome pensamientos positivos, olvidándome un poco de si me iba a morir o no. También debo decir que quitando del miedo, miedo y más miedo, nunca me he encontrado mal y al comenzar a cuidarme mi miedo iba desapareciendo.

Entonces fue cuando conocí de forma casual a Plural 21 y AVS, que fueron una bendición para mí. Me dieron muchísima fuerza y me la siguen dando, ya que mucha de la información que recibía la intuía en mi interior tiempo atrás.

Actualmente gozo de una excelente salud y confío en mi. Doy gracias a todo lo que he vivido por que la vida me ha dado la oportunidad de conocerme y saber cuidar de mi misma, sabiendo que lo que haga o no está en mis manos, y que por supuesto todos podemos enfermar y morir, pero con VIH o sin él. También creo que el miedo y el sentimiento de culpabilidad son las peores cosas que atacan al ser humano. Mi consejo por si alguien le sirve es que escuchemos a nuestro cuerpo, nuestra mente y sobre todo al corazón.

Rosa (Valencia).

free-news.org