Nota de prensa

Actuaciones del Plan Nacional sobre S.I.D.A. al Fiscal General del Estado

Responsables médicos violan el derecho de Consentimiento Informado

Las autoridades sanitarias españolas podrían ser responsables de la administración de productos documentados como tóxicos a mujeres embarazadas seropositivas diagnosticadas mediante tests no validados, y de la violación del principio de consentimiento informado al ocultarles la falta de fiabilidad del diagnóstico y los riesgos que para su salud y la de sus bebés tienen los tratamientos, incluyendo graves lesiones específicamente consideradas como delito por el nuevo código penal.

Con motivo del Día Mundial del S.I.D.A. he decidido poner en conocimiento del Fiscal General del Estado una serie de hechos de los que he tenido conocimiento tras seis años de trabajo en el problema S.I.D.A. en contacto con afectados, familiares, instituciones, asociaciones, médicos, científicos y abogados.

EL MINISTERIO DE SANIDAD ADMINISTRA AZT A EMBARAZADAS Y BEBÉS

El Documento "Prevención de la transmisión vertical y tratamiento de la infección por VIH en la mujer embarazada", que puede consultarse en la página web del Ministerio de Sanidad (www.msc.es/sida), establece como estrategia fundamental la administración de AZT-Retrovir (ocasionalmente asociado a Lamivudina o Nevirapina) a las embarazadas VIH positivas desde la 14 semana de embarazo, durante el parto y al recién nacido en las primeras 6 semanas de vida.

LAS LESIONES AL FETO SE CONSIDERAN DELITO EN EL NUEVO CÓDIGO PENAL

El Título IV del Libro II del nuevo Código Penal, llamado "De las lesiones al feto", tipifica expresamente como delito el "causar con dolo o por imprudencia en un feto una lesión o enfermedad que perjudique gravemente su normal desarrollo o que provoque en el mismo una grave tara física o psíquica".

LOS PRODUCTOS ADMINISTRADOS POR EL MINISTERIO SON TÓXICOS

Documentación científica disponible –en muchos casos publicada en revistas científicas y médicas de gran prestigio internacional- demuestra que los productos recomendados por el Ministerio de Sanidad y prescritos por la sanidad española son tóxicos celulares inmunodepresores y no tienen los efectos terapéuticos proclamados por sus fabricantes.

Por ejemplo, Glaxo-Wellcome señala sobre el AZT: "puede ser asociado con severa toxicidad hematológica incluyendo Granulocitopenia [destrucción de células inmunitarias] y anemia severa, su uso prolongado también ha sido asociado con miopatía similar a la que produce el VIH".

El prospecto del AZT-Retrovir también advierte: "dado que puede pasar a la leche materna y podría causar grave toxicidad en los lactantes se recomienda a las madres tratadas con Retrovir que no alimenten a sus hijos con leche materna". También se indica que es carcinogénico [que puede originar cáncer], mutagénico [que puede provocar mutaciones] y clastogénico [que puede romper los cromosomas].

Asimismo, un artículo científico publicado por el Journal of the AIDS en 1994 señala: "Ciento cuatro embarazadas fueron tratadas con AZT en un hospital de la India. Hubo un número llamativo de abortos terapéuticos y de abortos espontáneos y, entre los nacidos vivos, un diez por ciento de anormalidades que incluyen agujeros en el pecho, prolongaciones en la base de la columna vertebral, orejas colocadas fuera de lugar, caras deformes, defectos en el corazón, dedos extra y albinismo".

En cuanto a la Nevirapina, La Guía de Referencia Médica del 2001 dice: que "produce una pérdida significativa de peso en el feto" [investigadores creen que ello puede ser el origen de mucchas enfermedades crónicas y degenerativas]; que su perfil de seguridad en recién nacidos "no se ha establecido" y que "causa anemia, trombocitopenia y granlucitopenia [drestrucción de células inmunitarias], especialmente en pacientes pediátricos". La Guía advierte que "los pacientes deben ser informados de que la terapia con Viramune no ha demostrado reducir el riesgo de trasmisión del VIH";

Hace poco el New York times publicaba la siguiente noticia en relación con dos fármacos recomendados especialmente por el Ministerio de Sanidad, el AZT y la Lamivudina:
 
 

Dos bebés mueren en un experimento con tratamientos del S.I.D.A.:

"Ambos bebés murieron de una extraña enfermedad neurológica, según informaron científicos franceses (...) los medicamentos utilizados fueron AZT o Zidovudina y 3TC o Lamivudina, fabricados por Glaxo-Wellcome".

"En el estudio, madres infectadas comenzaron a tomar AZT aproximadamente en la semana 24 de embarazo y lo recibieron por vía intravenosa durante el parto. Los bebés tomaron AZT durante 6 semanas. Las mismas madres también tomaron 3TC comenzando en las últimas 8 semanas de embarazo y los bebés lo tomaron las primeras 5 semanas de vida".

"Los bebés comenzaron a enfermar aproximadamente a los 4 meses de edad y murieron varios meses después de disfunción mitocondrial".

"Un bebé desarrolló ataques epilépticos que no pudieron ser controlados con medicamentos y el otro tuvo problemas neurológicos. El primero murió a principios de 1998. El segundo bebé no tuvo ataques pero sí otros síntomas de enfermedad cerebral así como problemas de pulmones y corazón".

"El segundo bebé murió hace pocas semanas alertando al equipo de una posible relación entre la enfermedad y los medicamentos".

PRECEDENTES JUDICIALES Y UNA DIMISIÓN SIGNIFICATIVA

En el escrito dirigido a la Fiscalía se recogen también sentencias judiciales y casos abiertos en relación con los tratamientos, los tests diagnósticos y su utilización en numerosos países, así como fragmentos de la carta de dimisión del Responsable del Programa de Prevención VIH/S.I.D.A. en el Estado de Florida, Mark Pierpoint, en la que afirmaba que "el Servicio de Salud Pública ha hecho todo lo posible para silenciar opiniones científicas contrarias y en consecuencia ha negado a la población su fundamental derecho a un consentimiento informado"

Jesús García Blanca. DNI. 32.025.986
Contacto:
699.67.48.25
kefet@eresmas.com
free-news.org